Cada lugar en este planeta tiene su lado místico y su lado plástico. La música de Uchpa es la mezcla o fusión de la mística del Perú profundo y la mística del Occidente. Las influencias se ubican en los 70’; el rock, el blues, el hard rock: Led Zeppelin, Deep Purple, Hendrix. Por el lado andino, me ha marcado mucho la música del lado de Puquio, en Ayacucho. Otro nombre fundamental que reconozco como influencia sería el de José María Arguedas.
Es rock, blues y lo mezclamos con música andina como huayno, danza de tijeras y en los conciertos hay un cacho de toro. Las influencias vienen del blues con B.B. King, Albert King; el rock de Hendrix, Deep Purple, Led Zeppelin, los 70’. También hemos escuchado música de los 80’, AC/DC que viene desde los 70’. En la parte de huayno tenemos a Chimango, Manuelcha Prado, todas las danzas de tijeras.
Siempre he tenido un interés por la música pero no así como intérprete o cantante, aunque cuando era chico cantaba en la iglesia de mi pequeño pueblo pues soy hijo de un pastor evangélico y cantaba en quechua.
Uchpa ya estaba formado a finales de los 90 y en mi caso, entro como guitarrista de la banda en el año 2000 porque Uchpa se iba a rearmar pero ya con gente de Lima. Es entonces cuando grabamos el Qukman muskiy (Respiro diferente), que es el disco de la llamita y es donde para mí arranca el sueño de Uchpa cuando grabamos Corazón Contento que se hizo un hit por todo el Perú con la novedad de unos locos que hacían rock y blues en quechua
Suena increíble pero no he aprendido ninguna canción, recuerdo los himnos evangélicos, sí. Solamente canto las que cantamos en Uchpa. Si me piden otra canción, lo haría leyendo, tipo karaoke.
Creo que fue Back in black de ACDC, en guitarra
Todo ha sido y es muy difícil, he desarrollado algunos proyectos musicales personales, actividades como traductor español-quechua/quechua-español. Con Uchpa hicimos algunos streamings, presentaciones en el contexto pandémico, participaciones en algunas canciones justamente por la coyuntura.
Hemos hecho conciertos grabados, también algunos en vivo, experimentando con los conciertos por internet, acomodándonos a lo que está pasando.
Son constantes, queremos redondear, completar justamente esa misticidad entre el occidente y el ande, el Perú profundo. También están los de participar en eventos grandes, con Uchpa lo hemos alcanzado y hemos tocado en lugares importantes. En lo personal, el reto era llegar a la capital y ser parte del circuito rockero nacional, algo que logramos pues fuimos parte de los conciertos más grandes del Perú con todos los artistas y grupos musicales peruanos no solamente de rock sino también de folclore. Seguimos buscando y ascendiendo para lograr superar los retos que se presentan.
Desde el 2000 que estoy en Uchpa, nunca pensé que iba a poder vivir de los conciertos, de la música. Conforme la banda fue creciendo profesionalmente, fuimos subiendo los pagos, mejorando la calidad de los conciertos, de los equipos, de los shows. Comenzamos a viajar por el Perú y también fuera del país, empezamos a tocar en los grandes festivales, fueron sueños que se fueron cumpliendo, como retos. Tengo recuerdos maravillosos del concierto en la feria del libro en Guadalajara, que fue uno de los más importantes. Para mí, el concierto más importante de Uchpa fue tocar en el escenario principal del Cosquín Rock el año 2018. El sueño de un músico nunca termina.
Cualquier producto producido en nuestro país debería ser consumido por los peruanos. En la música es lo mismo y para eso tenemos que difundirla. Los medios deberían difundir nuestro producto para exportarlo y también consumirlo.
Soy reacio a la idea de decir que tenemos una industria. Soy consciente de que el Perú, más que de rock, es un país de cumbia, de salsa y también de huayno. Uchpa es un fenómeno que se ha metido con el rock y el huayno pese a no ser un país rockero. A la gente no la vas a obligar a escuchar rock, sino de repente crear una estrategia de cómo puede la gente puede escuchar rock sin obligarla a pagar por algo que no sabe, como pequeñas ferias o festivales que no sean tan grandes, que la gente escuche lo alternativo, lo independiente. Nosotros, como Uchpa, hemos sobrevivido gracias a YouTube y también a otras plataformas.
Nosotros trabajamos antes, durante y después con músicos andinos: el waqrapuku, arpa y violín y el danzante de tijeras. Como éste pertenece a una cultura mística del Perú profundo, tiene sus ceremonias que hace para los apus o los dioses andinos. Antes de subir al escenario, hacemos una pequeña reunión en el vestuario y el danzante es el encargado de hacer el pago a la Pachamama. Es una ceremonia andina que realizamos antes de los conciertos.
No tengo ninguna en especial, solo quiero que mi guitarra esté bien afinada y arrancar con el pie derecho. En algunos conciertos muy importantes hemos hecho un pago a la tierra en los camerinos
Con Uchpa tenemos un disco prácticamente terminado donde hay sorpresas y muy buenas canciones. Aparte, tengo unos proyectos personales de folk, del Perú profundo. En un tiempo como este, de pandemia, es cierto que para ejecutar los proyectos hay que generar los recursos pero ahí vamos, pues se trata de contribuir con la cultura musical de nuestro país. Cada uno de nosotros expresa, mediante la música, lo que queremos decir desde un determinado lugar, en mi caso desde los andes, porque soy andino, de un pueblo muy pequeño. Lo que quiero decir lo hago a través de la música.
Como músico he colaborado con muchos artistas en el mundo andino, metiendo guitarra de rock y blues. También he tocado con artistas del mundo del rock. Personalmente, también he hecho algunos temas de rock y blues que aún no los he lanzado en un disco.
Recuerdo que a inicios de los 2000, había esa onda de que alguien se subía al escenario y se lanzaba hacia el público. En uno de nuestros conciertos, un jovencito se subió a la tarima y se lanzó llevándome de encuentro mientras yo estaba cantando mirando hacia el público. Para mi mala suerte el escenario estaba bastante alto, más de dos metros, me parece. Caímos sobre el público, felizmente, pero igual estaba adolorido. Con la adrenalina que tenía y la ayuda de la gente subí al escenario mientras se armaba una pequeña gresca con el espontáneo. El recuerdo me viene claro pese a que han pasado más de 20 años.
En un concierto del Agustirock, donde no había tanta seguridad, un fan subió al escenario pasado de tragos, no nos dimos cuenta y de un momento a otro, lo empujó a Fredy hacia la gente. Yo estaba tocando, cerré los ojos, los abrí y Fredy ya no estaba en el escenario. Felizmente no le pasó nada grave y pudo regresar al escenario; al fan lo querían matar pero en verdad estaba totalmente ebrio.
En verdad, no sabría decir con quien, con qué artista podríamos hacer alguna colaboración.
Uchpa se presta para todos, creo que estaría abierto a nuevas locuras y posibilidades.
Me gustaría aprender técnicas profesionales de canto, me gustaría perfeccionar eso, es decir, aprender a cantar.
Me gustaría que en la música andina puedan disfrutar con música de afuera, por ejemplo un violinista como Chimango Lares, con ese feeling totalmente andino, se divierta improvisando en rock y blues. Sería un sueño poder llegar a plasmar ese aprendizaje.
Como policía que fui, luché contra el terrorismo en los años 80. De estas experiencias nace el nombre de la banda, Uchpa, que en quechua significa cenizas. "Cenizas es lo que queda después de una guerra".